
La piel varía, así que se clasifica según el estado en el que se encuentre. No es lo mismo una piel en invierno que en verano, cuando estamos tranquilos o pasamos por una época de estrés. Por esta razón, es importante utilizar los productos y las texturas adecuadas para que en cada momento la sintamos cómoda.
Así que, después de habernos hecho la limpieza facial, vamos a por el tratamiento. Si quieres saber más sobre la limpieza facial puedes seguir leyendo aquí Skin Care

Pieles normales: Tiene un buen equilibrio entre la hidratación y la grasa. Un serum de hidratación o una crema con textura ligera sería suficiente.
Una piel grasa: Tienen un desequilibrio y produce sebo en exceso. Por lo cual es importante utilizar cremas o serum que ayuden a tratar y controlar la producción de sebo.
Una piel mixta: Grasa en la zona de la frente, nariz y mentón y normales a secas en la zona de las mejillas. Recomiendo los productos en gel o cremas ligeras, que aportan hidratación y equilibran la producción de sebo. O un sérum con las mismas características.
Una piel seca: Normalmente siente tirantez o incomodidad. Aconsejamos productos más emolientes los cuales ayudan a reparar y mantener la humectada la piel. Es recomendable combinar con un serum de hidratación para potenciar y multiplicar los beneficios.

Es super importante finalizar la rutina con la aplicación de un protector solar, y reponer su aplicación cada dos horas. De esta manera evitaremos la aparición de manchas y arrugas prematuras.
*Cabe resaltar que estas recomendaciones son para unas pieles sin patologías, en caso de tener alguna, consulta con un dermatólogo.